Las marismas forman un mosaico de vida en el que el agua, la tierra y el aire se entrelazan en un equilibrio dinámico. Este ecosistema, influenciado por las mareas, alberga una biodiversidad excepcional, con especies que encuentran aquí refugio, alimento y zonas de reproducción.Este tipo de ruta nos sumerge en un paisaje de caños, fangos mareales y láminas de agua que cambian con el vaivén del océano, ofreciendo un espectáculo natural único.
Las marismas son hogar de una impresionante variedad de aves, desde zancudas de gran tamaño, como la espátula común y el flamenco, hasta pequeñas limícolas que recorren los fangos en busca de alimento.
En los caños con vegetación abundan las garzas y las anátidas, mientras que las zonas elevadas y pastizales encharcadizos son elegidas por especies como la cigüeñuela, la avoceta y la canastera para su reproducción.
En las alturas, el águila pescadora sobrevuela el territorio atenta a cualquier movimiento.
Explorar las marismas es adentrarse en un ecosistema único donde la naturaleza se despliega en su máxima expresión. La luz reflejada en las aguas, los sonidos de las aves y el aroma salobre del entorno hacen de esta ruta una experiencia inolvidable para los amantes de la observación de aves y la fotografía de naturaleza.
CUANDO EL SILENCIO SE VUELVE ÚNICO
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